Aterrizar es lo importante: PARTE 1
Seguro que alguna vez habrás oído a tu instructor o a otro paracaidista decir que el salto solo termina cuando llegas al hangar. Pues bien, en esta serie de 4 post que empezamos hoy, hablaremos sobre los aterrizajes y su vital importancia en la vida del paracaidista.
Llegar o no llegar…
Obviamente es más fácil buscarse problemas aterrizando en una zona desconocida que en un entorno familiar, así que lo primero que vamos a intentar es llegar a nuestra zona de aterrizaje con suficiente altura como para aterrizar con seguridad, para ello usaremos unos cuantos trucos:
El punto fijo:
Con la campana abierta y después del chequeo de controlabilidad encárate a la zona y fíjate en el suelo delante de ti, escoge un punto cualquiera en la vertical de tu línea de visión y observa como se desplaza… si ves que el punto se mueve hacia abajo en tu ángulo de visión significa que vas a pasar por encima de ese punto. Si el punto se mueve hacia arriba en tu ángulo de visión significa que no vas a llegar a ese punto. Busca entre esos puntos hasta que encuentre el trocito de suelo que ni sube ni baja en tu línea de visión: ahí vas a tocar el suelo si sigues volando igual y las condiciones de viento no cambian. Estate atento, porque si el viento cambia a medida que bajamos ese punto empezará a moverse, así que busca el nuevo punto fijo.
Hay gente que dice que se lía con esto, así que vamos a poner un ejemplo fácil para hacer en casa; si entiendes el método y lo usas sin problemas sáltate el siguiente párrafo:
Pon cualquier objeto en el suelo y aléjate de él dos o tres metros. Míralo y ponlo en el centro de tu campo de visión y empieza a andar poco a poco hacia él (ve bien despacito para que lo aprecies mejor)… Según te acercas tendrás que ir mirando (doblando el cuello o bajando las pupilas) cada vez más hacia abajo para seguir manteniéndolo en el centro de tu campo de visión, y cada vez se moverá más rápido hacia abajo, hasta que eventualmente pase «por debajo de ti». Obviamente en este caso nuestra cabeza se mantiene a la misma altura mientras nos movemos, pero el ejemplo sirve para dar una idea de como funciona el método y de que es lo que buscamos cuando bajo campana intentamos localizar ese punto que no se mueve ni hacia arriba ni hacia abajo en nuestra línea de visión.
Ahora bien; está claro que si este punto fijo está más allá de la zona de aterrizaje vamos a llegar sin problemas, pero… ¿Qué ocurre cuando el punto fijo está entre nosotros y la zona?.
Para llegar lo más lejos posible bajo nuestro paracaídas vamos a tener que actuar, las distintas formas que tenemos de incrementar nuestra distancia de planeo son:
Mandos: Hay veces que el viento sopla tan fuerte que lo que nos interesa es mantenernos en el aire el máximo tiempo posible para dejar que nos empuje. Este método se utiliza cuando volamos con el viento a favor y este sopla con mucha fuerza, la cantidad de frenos necesaria suele variar entre medio freno y frenos a tope.
Bandas traseras: Tirar un poco de las bandas traseras mejorará el planeo de nuestra campana (abrirlas empujando hacia los lados es más efectivo, pero cansa más y antes hay que bajar el slider. Pide a un instructor que te explique como funciona este método, pero no hemos de tirar demasiado o le quitaremos velocidad y no conseguiremos el efecto deseado. Este método suele ser el apropiado cuando el viento es moderado, tanto a favor como en contra.
Bandas delanteras: Cuando volamos en contra del viento apenas avanzamos, si la velocidad del viento se aproxima a la velocidad natural de la campana simplemente caeremos en vertical hasta el suelo. Tirar ligeramente de las bandas delanteras nos acelerará y podremos arañarle algunos metros al terreno. Este método suele ser apropiado al volar en contra con vientos fuertes.
Recuerda que si tiras de bandas no debes pasarte, demasiada fuerza en ellas puede hacernos perder velocidad (traseras) o capacidad de planeo (delanteras). ¿Cómo saber cual es el punto justo? Muy fácil, recurrimos a nuestro truquito del «punto fijo» y comparamos como se desplaza al tirar más o menos de bandas o de mandos.
Generalmente:
Viento moderado a favor: bandas traseras.
Viento fuerte a favor: mandos.
Viento suave/moderado en contra: bandas traseras.
Viento moderado/fuerte en contra: bandas delanteras.
Para saber cuanto tenemos que tirar de bandas o cuales usar, usaremos el truco del punto fijo: tira un poco de frenos/banda y observa el punto fijo ¿Te lleva más lejos? Tira un poco más ¿Sigue mejorando? Tira un poco más ¿Empeora? Vuelve a la posición anterior y mantente ahí, pero estate atento a los posibles cambios del viento en altura, si tu punto se vuelve a mover vuelve a jugar con las bandas.
Muy bien, supongamos que hemos abierto el paracaídas, estamos mirando hacia la zona y hemos aplicado la cantidad de frenos/bandas que ponen nuestro «punto fijo» lo más lejos posible. Lo siguiente es volar en línea recta hasta ese punto; es hora de averiguar si tenemos algo de viento cruzado que nos pueda estar desplazando de nuestra línea de vuelo. ¿Cómo? Fácil fácil, dibuja una línea imaginaria desde ti hasta el «punto fijo» y observa: si ves que te estás desplazando hacia un lado haz correcciones a tu rumbo para mantenerte en esta línea imaginaria. El viento cruzado puede desplazarte y si no tienes cuidado terminarás haciendo una curva en vez de una línea recta.
Atención al diagrama:
Figura 1:
Figura 2:
En la primera figura vemos lo que ocurre cuando el viento sopla de un lado, nos va empujando y nuestra trayectoria sobre el terreno no es la adecuada, en este caso lo que suele suceder es que apuntamos hacia la zona, y cuando vemos que el viento nos ha empujado, corregimos el rumbo y volvemos a apuntar hacia la zona, cuando el viento nos vuelve a desplazar volvemos a apuntar hacia la zona, y esto nos hace describir una curva en la que perdemos muchísimo alcance.
En la segunda figura vemos como si desde el principio volamos con cierto ángulo con respecto a nuestra línea imaginaria la trayectoria sobre el terreno será una línea recta hasta el punto fijo. La forma de encontrar este ángulo es simplemente la observación: dibuja tu línea imaginaria y mantente en ella haciendo la corrección necesaria.
No olvides que el punto fijo es el punto donde vamos a tocar el suelo si seguimos como estamos, ¡¡¡pero para aterrizar necesitamos un márgen que nos permita hacer nuestro circuito o maniobrar para ponernos contra el viento con seguridad!!! Si no lo tienes claro o te ves muy justo tal vez sea hora de ir buscando una zona alternativa. Recuerda que a 2000 pies (600m) tienes que haber decidido donde vas a aterrizar.
Un último apunte:
La banda de pecho y el slider juegan un papel importante en el alcance de nuestra campana, si bien no suele ser muy significativo con campanas de alumno (de 200 para arriba, cuando de todas formas abrimos muy alto y tenemos tiempo de sobra), en una 190 o 170 ya se va notando (y más y más cuanto más pequeña). Lo que más ayuda es aflojar la banda de pecho: una vez que el paracaídas está abierto y la banda de pecho ha cumplido su función (evitar que nos salgamos del arnés), podemos aflojarla hasta el final para permitir que las líneas se abran y la campana se extienda horizontalmente. Para que esto sea efectivo debemos además bajar el slider hasta la parte baja de las bandas (junto a la nuca). Colapsar el slider también ayuda, como poco evitamos el ruido. Pide a un instructor que te explique estos pasos, no intentes hacerlos sin más, tal vez con tu equipo no se pueda, o simplemente no sea el momento de añadir más trabajo al tu fase de vuelo de campana.
NOTA IMPORTANTE: Toda la información contenida en este artículo ha de ser usada con responsabilidad. Consulta siempre a tus instructores las dudas que tengas, coméntales lo que quieres hacer y pídeles consejo. En última instancia y como siempre en este deporte el responsable de tu seguridad eres tú mismo.
Esperamos que estos comentarios sean de ayuda, si alguien tiene alguna corrección, comentario o sugerencia estaremos encantados de recibirlos.
Traducción del texto original: Rory J Sánchez
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