Aterrizar es lo importante: PARTE 2
En el primer post sobre los aterrizajes, hemos hablado sobre el punto fijo y el papel que juega los mandos y las bandas del paracaídas durante la toma de tierra.
Hoy, nos centraremos sobre todo el tráfico hasta llegar a la zona de aterrizaje y de como conocer a los paracaidista de tu zona de saltos puede ayudarte a planificar un vuelo con campana más seguro. ¡Atentos al texto y buena lectura!
Separación del tráfico
El cielo es muy grande, para colisionar con otra campana tenemos que estar en el mismo punto en el mismo momento, con 3 dimensiones parece difícil coincidir en el mismo lugar, y además hay que coincidir en el tiempo… ¡Qué difícil es chocarse en el cielo! ¿No?
El cielo es muy grande, sí, pero al final del salto todos queremos aterrizar en el mismo cachito de tierra y ahí es cuando nuestras 3 dimensiones + tiempo empiezan a acercarse peligrosamente. ¿Qué debemos hacer para ordenar el tráfico?
En Lillo tenemos la suerte de que hay sitio de sobra, los saltadores experimentados aterrizan en una zona y los alumnos en otra, pero aún así los tandems aterrizan con los experimentados, y en el césped nos podemos encontrar gente con un 170 entrando rectos y otros con un 104 haciendo swoop. Somos pocos en el aire normalmente, pero una vez supimos de una colisión después de un salto desde una Cessna 182 (eso son 4 campanas en el aire), así que no nos confiemos.
Si el problema principal de la zona de aterrizaje son muchas campanas tomando tierra a la misma vez, lo primero que haremos será intentar espaciar esos aterrizajes lo más posible, y este trabajo empieza en la zona de embarque… Fíjate bien: ¿Quién va en tu vuelo? ¿Alumnos? ¿Tandems? ¿Rixo con su deportivo volador? Hay veces que conocemos a quien salta con nosotros, otras que no, por norma general siempre queremos saber a que altura abre la gente que va en nuestro vuelo, así que pregunta, y tampoco está de más saber que campana llevan, esto nos permitirá saber si vamos a ser de los lentos o los rápidos.
Lo primero que debemos hacer después de abrir es comprobar que nuestro paraca está entero y bien abierto, fijarnos en las campanas que hayan podido abrir cerca (compañeros de grupo) y maniobrar con las bandas traseras para evitarlas y ponernos perpendiculares a la pasada. Después hacemos nuestra prueba de controlabilidad y miramos alrededor: ¿Dónde están las demás campanas? ¿Dónde ha abierto el grupo que iba antes que el nuestro? ¿Y el de después? Es hora de tomar una decisión, asumiendo que no estamos muy lejos y podemos maniobrar hasta la zona: ¿Debemos flotar o hundirnos? El grupo que ha abierto delante de nosotros son freeflyers experimentados, se enroscan hasta la zona de aterrizaje y no son un problema para nosotros. Detrás teníamos un alumno de AFF y un Tandem, son dos campanas menos de las que preocuparnos, pero los instructores y el cámara vuelan campanas pequeñas… ¿Dónde están?
Estos son el tipo de preguntas que hemos de hacernos después de abrir. Conocer nuestro entorno y lo que está pasando alrededor es la mejor forma de ser seguros en el aire. Si vemos una campana por debajo de nosotros tal vez sea buena idea usar los frenos y flotar un poquito para dejarle sitio… O si por el contrario vemos a alguien más o menos a nuestra altura pero con una campana más grande que la nuestra lo adecuado será enroscarnos un poco para crear separación. No hay fórmula mágica para el éxito, pero la fórmula para el fracaso es abrir y pensar que estamos solos en el aire y podemos aterrizar donde y cuando queramos.
Resumiendo
Si estás debajo de los grupos y tu campana es relativamente rápida, baja y aterriza cuanto antes.
Si estás debajo y tu campana es grande lo más probable es que las campanas pequeñas te terminen adelantando, es mejor que te adelanten a 500m que durante el último giro, así que usa los frenos para flotar y deja que pasen.
Si estás arriba debes intentar flotar y dejar que vayan aterrizando los de debajo.
Si estás arriba y tienes una campana rápida… Posiblemente lo más adecuado sea intentar aguantar flotón hasta que se abra un hueco en el que meterte, normalmente antes de las campanas grandes (alumnos, tandems), se supone que si tienes una campana rápida sabes lo que haces y lo que corres, así que ajústate adecuadamente al tráfico.
Conoce a los saltadores de la zona
¿Es esto importante? ¡MUCHO! Hay que conocer los hábitos de la gente. Reconocer las campanas y saber que esperar de ellos nos permitirá anticiparnos con seguridad. No siempre puede ser, hay gente a la que no conocemos, saltadores de fuera… ¿Pero no es mejor descartar algunas preocupaciones? Si vas detrás de una campana que no conoces… mil ojos!
Y relacionado con esto… ¡se predecible! Desarrolla tu método de aproximación y aterrizaje y repítelo una y otra vez. Las razones son varias: – Por un lado ayudas a los demás a saber que esperar de ti. – Por otro, si siempre haces lo mismo cogerás más práctica y mejores referencias para tu aproximación y aterrizaje que si cada vez entras por un lado con un tipo de maniobra distinta.
El circuito
Vale, ya hemos buscado nuestro hueco y llegamos a nuestros puntos de control, vamos a entrar en el circuito para aterrizar… ¿Qué debemos hacer? Es muy importante ser predecible: una vez se va entrando en el circuito hay que procurar no hacer maniobras extrañas, nada de giros en S para perder altura, nada de frenos máximos para perder altura… Recuerda que hay más gente detrás de ti, lo último que necesitan es que empieces a girar para un lado y para otro a 25 metros del suelo y no sepan por donde entrar, especialmente si su campana es más rápida ¡Cuidado!
Para terminar
No te conformes con subirte al avión sin saber de donde viene el viento y luego mirar la T para ver como aterrizas… cúrratelo un poco, mira en la pizarra del Manifest como está el viento en las alturas de vuelo de campana. Ten en cuenta que el viento puede cambiar radicalmente con la altura… A 1000 metros llevarte hacia el norte y a 500 empezar a soplar del este y no dejarte volver a la zona. Mira los vientos y predice como va a actuar tu campana, fíjate en donde abren los grupos y piensa en como les afecta el viento. ¡Pregunta y se curioso! ¡Y sobre todo mil ojos y buenos saltos!
¡Hasta la próxima!
NOTA IMPORTANTE: Toda la información contenida en este artículo ha de ser usada con responsabilidad. Consulta siempre a tus instructores las dudas que tengas, coméntales lo que quieres hacer y pídeles consejo. En última instancia y como siempre en este deporte el responsable de tu seguridad eres tú mismo. Lo ideal es que un instructor te supervise, especialmente en las maniobras de aterrizaje donde te pueden corregir y aconsejar.
Traducción del texto original: Rory J Sánchez
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