La verdad sobre los giros bajos II parte
Esperamos que toda la información publicada en este blog os sea de ayuda a la hora de mejorar vuestras habilidades y sobre todo, para aumentar la seguridad en el deporte.
Esta es la segunda parte de la serie ‘La verdad sobre los giros bajos’. Terminamos el post anterior, hablando sobre lo puede pasar cuando un paracaidista hace un giro bajo sin control y las consecuencias que este tiene cuando realizado sin conocimiento ni practicas previas.
Hoy, hagamos otro planteamiento:
Supongamos que el paracaidista necesita hacer un giro bajo. Que podría hacer un giro lento y plano manteniendo la campana por encima de su cabeza y controlando la tasa de descenso girando 90º grados o más sin perder mucha altura. Si puedes hacer eso, podrías evitar un obstáculo, seguir tu tráfico y aterrizar suavemente.
Los “giros planos” son una de las cosas más útiles que puedas hacer bajo campana, además, son la única forma de evitar un peligro a baja altura sin que tu paracaídas caiga en picado hacia el suelo. Pero por desgracia, a muchos paracaidistas no se les enseña hacerlos.
Sabemos que tras un giro, la campana gana velocidad y sustentación, volando al 100% de su capacidad, pero también pierde altura. Si no sabemos hacerlo correctamente, cuanto más rápido se haga el giro más altura perderá, con el consiguiente riesgo.
Vemos a menudo muchos paracaidistas volando sus campanas mandos abajo, sobre todo cuando tienen que tomar tierra. Como resultado de ello, algunos instructores están constantemente instando a estos paracaidistas a “dejar volar la campana”. Algunos de ellos, sobre todo los paracaidistas noveles, tienen miedo o se ponen nerviosos cuando su campana vuela con tanta rapidez, pero los instructores u otros paracaidistas más expertos, les anima a tirar de mandos para que “conozcan la reacción del paracaídas y se sientan cómodos con ella”
Parece que decir a un paracaidista que hacer un giro plano y lento es lo peor que puede hacer.
Después de hacer unos cuantos saltos y acostumbrase a la campana, los recién graduados alumnos aprenden rápidamente que tirar de mandos haciendo giros 360º que, no solo hacen felices a sus instructores sino que también es muy divertido. Los noveles también descubrirán que sus aterrizajes son mejores cuando mantienen los mandos altos dejando la campana volar antes de hacer el flaire.
Desafortunadamente, muchos de nosotros nunca avanzaremos más allá de este “mandos arriba y mandos abajo” para aprender a controlar nuestra campana. Pasamos muy poco o ningún tiempo probando con los mandos y bandas del paracaídas y, básicamente ignoramos el rango de control sobre la campana que pueden tener. Entonces, un día nos encontramos con una situación difícil a baja altura y sin las habilidades necesarias para manejar la situación con seguridad.
Nuestro mantra “mandos arriba y mandos abajo” nos puede traicionar en un momento de mayor necesidad.
Cuando probamos volar nuestra campana con los mandos y las bandas, descubrimos una amplia gama de maniobras que muchos paracaidistas, nuevos o expertos, siquiera saben que existen. Puedes aprender mucho y conseguir desarrollar nuevas habilidades que darán mayor rendimiento en vuelo a tu campana y que podrán salvar tu vida en una circunstancia complicada.
Si te has quedado con las ganas de saber más, en el próximo post os explicaremos algunos ejercicios básicos que puedes hacer para ganar confianza bajo campana. Asimismo, lo que te guiará hacia el mejor camino para aumentar tus capacidades con el paracaídas es: un curso de control de campana.
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