A diferencia del paracaidismo, el Salto Base consiste en saltar desde un objeto fijo y no desde un avión en vuelo como tradicionalmente se hace.
La palabra B.A.S.E viene del inglés, el cual hace alusión a las cuatro categorías de objetos fijos desde donde se puede saltar mediante esta práctica deportiva:

• Building – Edificio.
• Antenna – Antena (chimeneas o torres de tendido eléctrico también entran en esta categoría).
• Span – Puente (también puede ser un pilar de un puente colgante)
• Earth – Tierra (precipicio o formación natural).

En el Salto Base el riesgo es considerable, sin embargo muy calculado y controlado. Los participantes de este deporte estudian cada salto antes de realizarlo y solo si las condiciones son las adecuadas para realizar el salto, se realiza.

Habitualmente se utiliza un solo paracaídas especial (es decir: diseñado, construido y plegado específicamente para esta actividad). Se trata de saltos muy breves ya que se hacen desde muy baja altura, por lo que el uso de un paracaídas de emergencia, como se hace en la practica del paracaidismo tradicional, no tiene sentido ya que no habría tiempo de activar el paracaídas reserva.

Antes de iniciarse en el salto B.A.S.E. es necesario ser paracaidista y tener al menos 250 saltos en caída libre desde un avión. Existen muchos sitios alrededor del mundo donde practicarlo. Kjerag, en Noruega, es uno de los sitios más altos desde donde se puede saltar, con paredes que llegan a alcanzar hasta 1000 metros y dónde está localizada una de las escuelas de BASE más importante del mundo.

Aunque es una “variante” del paracaidismo, el Salto Base se ha convertido en un deporte con nombre propio y que cada día gana más adeptos entre los paracaidistas que desean probar, la que sea, quizá, la experiencia más extrema y peligrosa que haya, pero que sin duda, reporta al que la hace una sensación tan vibrante, emocionante y indescriptible que solo se puede sentir saltando.